La carboxiterapia es un procedimiento estético no quirúrgico que implica la aplicación terapéutica de dióxido de carbono (CO2) medicinal en diversas áreas del cuerpo, principalmente con fines cosméticos. Durante el tratamiento, se utiliza un dispositivo médico especializado para inyectar pequeñas cantidades de gas carbónico de forma subcutánea.
El dióxido de carbono actúa al aumentar la circulación sanguínea y mejorar el suministro de oxígeno a los tejidos. Se cree que este aumento en la circulación puede estimular la producción de colágeno, mejorar la elasticidad de la piel y contribuir a la reducción de la grasa localizada. Además, se ha utilizado en el tratamiento de la celulitis y para mejorar la apariencia de cicatrices.
El tratamiento comienza con la inyección controlada de dióxido de carbono (CO2) medicinal en las áreas específicas del cuerpo que requieren tratamiento. Este gas se introduce en las capas subcutáneas de la piel utilizando un dispositivo médico especializado.
Una vez inyectado, el CO2 aumenta la circulación sanguínea en la zona tratada, promoviendo un mejor flujo de oxígeno y nutrientes hacia los tejidos. Este efecto estimula la regeneración celular y mejora la salud de la piel.
El aumento de la circulación también ayuda a estimular la producción de colágeno y elastina, dos proteínas clave que contribuyen a la firmeza y elasticidad de la piel. Esto da lugar a una piel más tonificada y rejuvenecida.
La carboxiterapia es eficaz para reducir la grasa localizada y mejorar la apariencia de la celulitis. El CO2 promueve la descomposición de las células de grasa, favoreciendo su eliminación de forma natural por el sistema linfático.
La carboxiterapia es una excelente opción para quienes buscan mejorar su apariencia de forma segura y eficaz, sin necesidad de procedimientos quirúrgicos. Si cumples con alguno de estos puntos, ¡es posible que este tratamiento sea ideal para ti!
Sí, la Carboxiterapia es un tratamiento seguro cuando se realiza bajo la supervisión de un profesional cualificado. El dióxido de carbono utilizado es medicinal y el procedimiento es mínimamente invasivo.
Los beneficios incluyen la mejora de la circulación sanguínea, aumento de la producción de colágeno, reducción de la celulitis, mejora de la elasticidad de la piel y reducción de grasa localizada.
